
Sábado de Gloria.
Esta jornada sigue marcando la diferencia de la Hermandad de la Soledad respecto a las demás, ya que mientras el pueblo descansa y se deja llevar por el reciente recuerdo de una noche fértil en lo espiritual y selecta en lo cofrade, la Capilla es un hervidero de camaristas, priostres y floristas que hacen posible el milagro de tornar en alegría lo que hasta hace escasas horas era solo dolor y tristeza.
Sobre las 23:00 horas, tras la Vigilia Pascual en la que los cristianos celebramos la Resurrección de Cristo, se abren las puertas de la Ermita ante el júbilo de cientos de devotos que dan testimonio de que la Dolorosa hinojera, aquella que lloraba la muerte de su Hijo, ha cambiado su terno y palio de negro luto por los atributos de Reina: saya blanca “de la paloma” (diseñada por D. Juan Francisco Muñoz y Pabón, hermano y devoto que fue de esta Hermandad), espectacular manto grana (joya bordada por Juan Manuel Rodríguez Ojeda), ráfaga gloriosa y media luna a sus plantas. A su izquierda, aparece una nueva Imagen de la Pasión, Santa María Magdalena, que será portada por una imponente cuadrilla de niños que asombra a los presentes por su magisterio y buen gusto paseando a esta Imagen por las calles. A la derecha de la Virgen está Cristo Resucitado y Rey del Universo, el cual nos anunciará victorioso que ha vencido a la muerte.
En ese preciso instante, entre alegres marchas, cánticos, palmas y permanentes lluvias de pétalos, comienza el traslado fervoroso de la Virgen de la Soledad y Santa María Magdalena hasta la Ermita de la Virgen del Valle, donde aguardarán la mañana esplendorosa del Domingo de Resurrección.
Posteriormente es trasladado Cristo Resucitado hasta la Parroquia entre una nube de incienso y bengalas que tiñen el momento de misticismo y fervor. Este templo de Santiago el Mayor está situado en la plaza de España, lugar que será testigo del acontecimiento más importante para todos los creyentes.
Domingo de Resurrección.
Con las primeras luces del alba, a las 7:45 horas aproximadamente, desde la Parroquia, sale el cortejo de insignias hacia la Ermita del Valle para dar comienzo a una mañana festiva que no dejará indiferente a nadie.
A las puertas de dicha Ermita, y sobre un palo de unos 35 metros de altura, en el amplio paseo del Valle nos encontraremos a un personaje denostado y repudiado que jugó un papel trascendental en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús: Judas Iscariote, representado por un muñeco de tela y serrín al que no le falta el atributo que le caracteriza: la bolsita de cuero con las 30 monedas por las que vendió a su Maestro. Desde tiempo inmemorial Hinojos no se queda impasible ante tal afrenta y Judas es ajusticiado por decenas de hombres armados con escopetas que no cesarán mientras quede un resquicio de este personaje que representa al pecado y al mal.
Tras este singular acontecimiento, salen las Imágenes de la Soledad y María Magdalena para dirigirse a la plaza de España; en el aire se saborea un ambiente de nervios y júbilo al que no te acostumbras con los años. En esta plaza, en el mismo andén del ayuntamiento, está el paso de Cristo Resucitado esperando que llegue el momento del reencuentro. De repente, por la calle Santiago, aparece Santa María Magdalena que se encuentra con Jesús; con un paso precipitado, como nerviosa, se vuelve hacia la Virgen de la Soledad y regresa de nuevo a la plaza, como cerciorándose de que es real lo que está aconteciendo; así hasta tres veces. La Virgen de la Soledad, como incrédula, avanza con paso lento hacia el lugar en que María, la de Magdala, le indica que vio a Jesús. Tras irrumpir en la plaza, con la incomparable fachada del templo parroquial como escenario, la Virgen María parece romper en gozo al reencontrarse con su Hijo y se hacen reverencias entre cientos de palomas blancas, salvas de cohetes, palmas, llantos y una tremenda lluvia de pétalos mientras suena el himno de España. Después vuelve a entrar en este escenario jubiloso Santa María Magdalena para comprobar que es cierto, que Aquel que estaba entre los muertos hoy sigue estando entre nosotros. Después de esto, las tres Imágenes quedarán en el interior de la Parroquia. Esta escenificación de la Resurrección de Cristo es conocida como “los Abrazos”, soberbia y elegante procesión de gloria para celebrar la vuelta a la vida de Cristo Rey del Universo.
En la misma jornada de Domingo, pero por la tarde, tras la celebración de la Función Gloriosa de Resurrección, salen las tres Imágenes en procesión por las calles céntricas del pueblo para recogerse finalmente en su Capilla de la Soledad.
Se cierra así la Semana Santa de Hinojos, broche de oro de unas jornadas intensas en emociones y vivencias únicas que hacen del Viernes Santo y las Fiestas de Resurrección objetivo principal de la persona que quiera conocer la historia singular de esta señera Hermandad.